Si quieres ser un empresario independiente debes aprender a gratificarte.
Nuestro instinto como seres humanos nos guía hacia la gratificación instantánea, aquella que suple nuestra carencia de inmediato.
Por ejemplo, si tenemos hambre, nos comemos un plato de macarrones y esta desaparece.
Desgraciadamente, en los negocios, en pocas ocasiones las cosas funcionan así. Muchas veces debemos trabajar duro y esperar para obtener resultados. A menudo, cuando éstos llegan, significa que empieza la fase de apalancamiento de gestión, es decir, cuando el sistema empresarial ya funciona por si mismo y se puede reducir el nivel de trabajo y horas que se dedican.
Las personas que saben gestionar sus emociones para trabajar duro sin recibir nada a cambio, porqué saben que un futuro la recompensa será mayor, son las que dominan el concepto de Gratificación Demorada.
Si aún no lo dominas te animo a que veas este vídeo en el que te ilustro cómo funciona: